> Por Biciman.©
Tu yugo la promesa, de lo que nunca será. Tu número, tu triturante número, tu brujo número brujo, el que no cierra ni podrá cerrar la queja del que está, del cuerpo de la masa que pisás, que se mueve bajo tus pies y querés segura, plana, barata, desaprendida, coloreada como si fuera arcoiris pero es barro, estrato de tu suciedad, donde lo único estable es la promesa de lo que nunca será. Somos tu mugre, y aún con tus quinientos lavaderos automáticos sobornando la memoria, la sospecha del gusano sobrevive, ara, refuerza, come y espera, el juicio y castigo de tu presencia. Es tu tiempo, enemigo, salí, mirá, liderá, enfrentá las caras sucias y mostrá las armas, enseñanos la templanza necesaria del escudo, del grueso del antebrazo para sostener la piedra, del filo de la vista para acertar, para embarrarte las manos con el contragolpe justo. Mi miedo es doblemente fuerte porque tengo mi miedo y tengo tu odio. Y lo desclavo de mi pecho y lo hago búmeran, ciclo y anticiclo, opresión y lucha eterna, eterna como tu duda, porque las balas se terminan, las piedras jamás.
1 comentario:
Hola, te paso una nota sobre escritores y bicicletas:
Los Escritores y las Bicicletas, de Cortázar a Tolstoi
Un abrazo"
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