jueves, 1 de abril de 2010

Ilustrada


> Por Ray Bradbury [extracto de "El Hombre Ilustrado"]

 
Era una acumulación de cohetes y fuentes y personas, dibujados y coloreados con tanta minuciosidad que uno creía oír las voces y los murmullos apagados de las multitudes que habitaban su cuerpo. Cuando la carne se estremecía, las pequeñas manos rosadas gesticulaban, los labios menudos se movían, los ojos verdes y dorados cerraban los párpados. Había prados amarillos y ríos azules, y montañas y estrellas y soles y planetas, extendidos por su pecho como una vía láctea. Los rostros se dividían en veinte o más grupos, instalados en los brazos, los hombros, las espaldas, los costados, las muñecas y la parte alta del vientre. Se los veía en bosques de vello, escondidos en una constelación de pecas, o hundidos en las cavernas de las axilas, con ojos resplandecientes como diamantes...





3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja, que chevere, yo también leí El Hombre Ilustrado. Solo que no recuerdo ese párrafo.

erica dijo...

Que libro freaky!!!!!!!!!
Me encanta Bradbury....

Anónimo dijo...

Estupendo Bradbury, genia inigualable.. Este Blog me fascina!