> Por Biciman.©
Habla poco mira mucho
ríe suave y en su llanto
no hay lagrimales furtivos
hay tristeza con encanto.
Veintialgo amaneceres
la supe abrigar de mi frío
descansaba en su consenso
reposaba en mi destino.
La playa fue mi testigo
del mar que nunca mojó
del miedo que trajo el viento
del temple que trajo el dolor.
Y la tibieza entibió
el glacial fue deprimiendo
morena soltura de sol
morena silencio de invierno.
1 comentario:
poema muy bonito,y la bicicleta es una buena :)
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