> Por Roger Wolfe.
Una mujer
que pasa en bicicleta
a las dos de la mañana
hermosas piernas morenas
bombeando los pedales
mientras la brisa le alza el vestido
y revela un perfecto milagro
de carne femenina en movimiento.
Nuestros ojos se cruzan un momento
y ya se ha ido.
Son cosas como ésa
las que te hacen darte cuenta
de lo poco que realmente sabés
de nada.
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