Te esperé tanto
que no me acuerdo cuánto fue.
Cantó el gallo maulló el gato
hice la valija y te esperé.
Vino el cartero y trajo cuentas,
vino el lechero y trajo quejas,
por suerte no vino el vecino,
que viene más de la cuenta.
Pasó el almuerzo,
pasó una parca,
pasó corriendo.
Vino mi hermano del cole,
bajó del bondi
subió en silencio.
En silencio seguí esperando,
que el día se fuera gastando,
así el tiempo se achicaba
y te arrimaba
como un tango.
Pero tu cara se hizo 3D
una fumata, un sueño de opio
tu reflejo se hizo un espejo
donde me veo
vestida de odio.
Ahora sé cuánto esperé,
esperé quince años para darme cuenta
que es más fácil abrir las piernas
para hacer un hijo
que para hacer un novio.
una fumata, un sueño de opio
tu reflejo se hizo un espejo
donde me veo
vestida de odio.
Ahora sé cuánto esperé,
esperé quince años para darme cuenta
que es más fácil abrir las piernas
para hacer un hijo
que para hacer un novio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario