"Ser modernos es estar en un ambiente que nos promete aventura, poder, diversión, crecimiento, transformación, y que a la vez amenaza con destruir todo lo que tenemos,todo lo que sabemos y todo lo que somos". [Marshall Berman, "Todo lo Sólidose Derrite en el Aire"].
Esto es Manchester a mediados de los años 70, una ciudad que alguna vez fue cuna de la revolución industrial británica y que ahora es cementerio de fábricas cerradas y sueños abandonados. La rebeldía quemada se huele en el aire y se escucha en los bares, donde uno puede llegar a encontrarse con una banda de cuatro jóvenes almas perdidas, blandiendo canciones de amor y de rabia y ganandose casi sin querer un cielo entre las leyendas del rock de todos los tiempos. Son cuatro flacos de las afueras de la ciudad, desgarbados, desganados y tímidos, expresandose a través de micrófonos y parlantes con una potencia musical y emocional pocas veces sentidas en el ambiente rockero anglosajón. Al frente del grupo está Ian Curtis, un veinteañero perturbado y epiléptico, ofrendando con caótica elegancia la voz más bella que puede nacer del dolor. Un fino tributo a la leyenda de Joy Division, por Grant Gee.
Maria, Allan y Steso son tres jóvenes de los suburbios de Aalborg, en Dinamarca. Maria vive con su novio, un drug dealer de poca monta que la usa de mula para transportar droga por los barrios de la ciudad, mientras ella espera ser rescatada por algún rayo divino de ese submundo indeseable. Allan vuelve a Aalborg después de años de ausencia y de un serio accidente que le marcó la cara y la vida, y el reencuentro con familia, amigos y enemigos no resultará como él lo esperaba, y se dará cuenta que intentar un futuro derecho teniendo un pasado tan torcido no es sencillo. Steso es el más joven y el más desconcertante, al que sólo le importan las drogas y su novia, pero cuando esta lo deja por otro hombre, su adicción pasa de enfermedad a agonía. Tres almas en pena sobreviviendo la diaria pesadilla urbana del nuevo siglo. Una áspera, realista obra del danés Ole Christian Madsen, que recuerda al Requiem de Aronofsky por intensidad y crudeza y su tratamiento visual, con una banda sonora rabiosa y oscura, acorde a las circunstancias.
01- Damage I've Done - The Heads (Feat. Johnette Napolitano) 02- Save Me - Kira & The Kindred Spirits 03- One Time Too Many - PJ Harvey 04 - Sun Burns Out- A.K.A.C.O.D. 05- Fast As You Can - Fiona Apple 06- Good - Supreme Beings Of Leisure 07- Boy Like A Timebomb - Noonday Underground 08- Army of Me - Bjork (Beastie Boys Remix) 09- Revenge of The Number - Portishead 10- Fire on Babylon (Remix II) - Sinead O'Connor
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme “¿Qué tal?” y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
"Odio defender las drogas, el alcohol, la violencia o la locura, pero a mi siempre me han funcionado". [Hunter S. Thompson]
Hunter Stockton Thompson fue un escritor norteamericano que durante los años 60 y 70 trabajó redactando artículos para medios gráficos como la revista Rolling Stone y la Playboy, desarrollando una forma de narración denominada "Gonzo", en la cual el protagonista de las historias es el propio periodista al describir las impresiones sobre los acontecimientos de manera arbitraria y subjetiva. En base a una prosa directa, desprejuiciada y por momentos alucinógena, Thompson, un aventurero adicto a las armas, las drogas, el alcohol y los debates polémicos, se convirtió en un personaje de culto que llegó a plasmar su locura literaria en libros como 'Hell's Angels: la extraña y terrible saga de las bandas forajidas de motociclistas' o 'Fear and Loathing in Las Vegas' (Pánico y Locura en Las Vegas ), esta última llevada al cine por Terry Gilliam y protagonizada por Johnny Depp y Benicio Del Toro. Es justamente Depp el encargado de narrar las historias del narcótico escritor en esta excéntrica biografía dirigida por Alex Gibney, ganador de un Oscar por su trabajo, también documental, 'Taxi to the Dark Side' (2007). Una verdadera apología de la locura, dignificada a través de uno de sus más fervientes hacedores.
Exvoto. > Por Oliverio Girondo. Las chicas de Flores tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas de la Confitería del Molino, y usan moños de seda que les liban las nalgas en un aleteo de mariposa. Las chicas de Flores, se pasean tomadas de los brazos, para transmitirse sus estremecimientos, y si alguien las mira en las pupilas, aprietan las piernas, de miedo de que el sexo se les caiga en la vereda. Al atardecer, todas ellas cuelgan sus pechos sin madurar del ramaje de hierro de los balcones, para que sus vestidos se empurpuren al sentirlas desnudas, y de noche, a remolque de sus mamás -empavesadas como fragatas- van a pasearse por la plaza, para que los hombres les eyaculen palabras al oído, y sus pezonesfosforescentes, se enciendan y se apaguen como luciérnagas. Las chicas de Flores, viven en la angustia de que las nalgas se les pudran, como manzanas que se han dejado pasar, y el deseo de los hombres las sofoca tanto, que a veces quisieran desembarazarse de él como de un corsé, ya que no tienen el coraje de cortarse el cuerpo a pedacitos y arrojárselo a todos aquellos que pasan por la vereda.